La cultura se come la innovación cuando la estrategia no le ofrece algo para cenar

He  encontrado  este interesante articulo acerca de la transformación digital en empresas tradicionales., vía @mdejean  via @atd .Me quedo con este párrafo y me gustaría hacer una buena reflexión a continuación en base a mi experiencia personal profesional ayudando en el tema de la transformación digital.(Está en inglés, lo digo por si os lanzáis a darle al click)

http://bit.ly/2TuK5LJ

“Por tanto el primer paso en el camino de la transformación digital TD, es ser muy claro acerca de las razones para cambiar; los líderes de la compañía deben ser los primeros en abrazar tanto la VISION  como los pasos tácticos necesarios, y finalmente comunicar el plan  a todo el personal permitiendo que todos puedan poner encima de la mesa sus miedos y preocupaciones. En el corazón de todas las Transformaciones Digitales está la Gestion del Cambio”

Un proceso de transformación digital es algo muy serio que puede salvar, pero también hundir una empresa tradicional. Sin una VISIÓN realista y completa  de todo el camino de la mano de expertos que hallan pasado el proceso, la transformación está abocada al fracaso. No vale con conocer cómo es una empresa digital, repitiendo el mantra de cómo se trabaja en Google, Facebook  o cualquiera de las nuevas Startups tecnológicas(eso ya lo cuentan ellos). Es necesario un “Sherpa digital” con una experiencia válida de transformación que conozca las implicaciones de los cambios y sepa gestionar la cultura corporativa.

Definida ya una Visión realista con ayuda del  “Sherpa Digital” tenemos ahora la necesidad de gestionar la cultura corporativa, y cómo bien dice @mdejean, “la comunicación debe permitir el feedback (retroalimentación en Español)” puesto que el cambio involucra a todas las personas. Y es precisamente aquí donde se produce uno de los grandes  problemas ya que, en la mayoría de las empresas tradicionales se sigue funcionando bajo los principios de organización piramidal y comunicación de arriba a abajo, y el feedback como proceso no está implementado en la cultura corporativa.  Acometer un proceso de transformación digital sin gestionar adecuadamente los miedos y la cultura corporativa sería como hacer una intervención quirúrgica sin controlar las constantes vitales del paciente.

Según los informes el 90% de la iniciativas de transformación fracasan sin una visión realista de un “Sherpa Digital” y sin una gestión adecuada del cambio cultural por parte de Recursos Humanos.

Se ha hablado mucho acerca de la famosa frase de que “La cultura corporativa se come a la innovación y la estrategia para desayunar”, pues a mi me gustaría reformularla “La cultura corporativa se come a la innovación para desayunar cuando la estrategia no le ofrece un plan de comidas”

Bienvenidos a la Transformación Digital

Personalmente siempre me he considerado un amante de la tecnología y por ende una persona totalmente abierta al cambio y a la innovación. Si bien la tecnología siempre ha estado presente en mi carrera profesional,  muy lejos de convertirme en una rata de laboratorio, soy de las personas que le gusta hablar mucho con la gente, observar los cambios en el mundo y poder acercar a familiares y amigos los últimos avances de un modo comprensible.

¿Qué es digitalizar?

Digitalizar en si, no es más que convertir algo en una representación numérica. El origen de la palabra digitalizar es «digitalis», del latín, relativo a los dedos – que es posiblemente como empezaron a contar nuestros primeros ancestros. Haciendo honor a su nombre podríamos decir que la digitalización está en nuestras manos ;-).

Convertir algo a números nos va a permitir someterlo a las leyes de la matemáticas asumiendo, claro es, cierta pérdida de información en la conversión asociada a la desmaterialización. Estas leyes nos permitirán procesar esta representación de forma rápida y sencilla, enviarla, copiarla y codificarla a discreción.

Un poco de historia.

Fue en 1963 cuando el Comité de Estándares de Estados Unidos desarrolló el código ASCII (American Standard Code for Information Interchange), que permitió convertir los caracteres de nuestro abecedario en números y abrió al mundo digital prácticamente toda la información escrita en el planeta. Esta ola digitalizadora, junto con la aparición de ordenadores personales y la mejora de la capacidad de las redes de comunicaciones, permitió intercambiar información a una velocidad inimaginable. 20 años más tarde, en 1983,  la ISO (International Standard Organization) se puso manos a la obra para desarrollar un sistema que permitiera convertir una imagen en millones de puntos de información que de nuevo pudieran convertirse en dígitos. Esto dió lugar a formatos de imagen como el JPEG. La digitalización de sonidos y vídeo llegó entrando ya en los 90 de forma similar.

La aparición de escáneres para los documentos y fotografías, cámaras digitales, moduladores de audio, etc. permitió que a finales de los 90 casi todos los tipos de información ya estuvieran en vías de ser digitalizados.

Digitalización de los Procesos

Puesto que la información ya era digital,  pudímos dar un paso más e interpretarla. Esto nos permitió tomar decisiones automáticas en función de la información que nos encontrábamos. El mayor o menor grado de automatismo alcanzado en el proceso nos indica su grado de digitalización.

Por ejemplo, un proceso de solicitud y concesión de una hipoteca por parte de una entidad bancaria puede tener una respuesta automática e inmediata. Para ello, toda la información que necesita la entidad financiera para poder evaluar el riesgo de la operación, debe estar digitalizada y ser accesible por parte de los sistemas informáticos. Dichos sistemas analizarán determinados criterios y podrán rechazar o aceptar las solicitudes sin que un agente los revise.

Digitalización de los Negocios

Digitalizada la información y digitalizados los procesos, desde hace no más de 3 años se comenzó a hablar de la Digitalización de las Empresas. Siguiendo el mismo razonamiento aplicado a los procesos, el grado de automatismo y eficiencia alcanzado en los procesos de negocio de dicha empresa nos marcará su grado de digitalización.

La Inteligencia Artificial y el análisis de grandes cantidades de datos (Big Data) permiten a los sistemas dotar de inteligencia añadida al negocio. Esta inteligencia, puede redefinir de forma automática los procesos y maximizar el conocimiento que existe en las empresas en aras de conseguir una optimización impensable sin la ayuda de la tecnología.

La Robótica, todavía en un estado incipiente respecto de su potencial, nos ayudará a dotar de automatismo a determinados procesos donde el factor humano puede ser una limitación.

El Cloud ayuda a optimizar la infraestructura tecnológica de las empresas y dar soporte a la gran cantidad de procesos y de datos necesarios durante la transformación digital.

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 Bienvenidos a la «Transformación Digital»

La transformación digital es el proceso de cambio, mediante el cual una empresa acomete la digitalización de sus diferentes procesos de negocio para convertirse en una entidad más ágil y eficiente. La tecnología es el elemento facilitador y el motor de esta transformación.

Esta transformación digital implica un cambio muy profundo en las empresas y estará muy influenciada por su antigüedad y su dimensión. La Gestión del Cambio se convierte en una de las principales tareas de la dirección y debe venir acompañada de una reflexión profunda acerca de los modelos de negocio que han sustentado a la empresa durante años, su diferenciación en el mercado y sus valores empresariales.

Aquellos procesos que lastran la eficiencia de la empresa y aportan poco valor, ya sea por su elevado coste o bien por su sobredimensión, serán los primeros en la lista de prioridades de digitalización. Digitalizar un proceso implica su desmaterialización y, con frecuencia,  la desaparición de muchos de los costes y recursos asociados al proceso (humanos y materiales).

Me gustaría acabar este post con una reflexión. A día de hoy se dan las circunstancias para que una gran cantidad de procesos puedan ser digitalizados dotando a las empresas de mayor eficiencia y competitividad. Si las compañias solo ponen el foco en el balance y la cuenta de resultados pueden caer en la tentación de realizar una digitalización ciega, que muy lejos de ser  beneficiosa, podría acabar con los valores que han sustentado el negocio y la sociedad durante años. Esto podría impactar muy negativamente en su reputación y a medio y largo plazo llevarla a su propia desaparición.